El reto más inminente para el avance del Big Data, los Datos de Vida Real (DVR) es asegurar la calidad, validez y replicabilidad de los resultados para la evaluación de nuevos medicamentos por mandato regulatorio. Sin embargo, no debemos minusvalorar otros desafíos esenciales como son hacer las preguntas pertinentes e incorporar la experiencia adecuada que, cada vez más, deberá ser interdisciplinar. No cabe aislar este uso del Big Data y de los DVR de su enorme potencial innovador para la sanidad del futuro, como por ejemplo, construir organizaciones sanitarias con capacidad de aprender y visión sistémica y transformadora.
El siguiente paso es establecer su potencial en la práctica clínica asistencial como un elemento que aporta valor.
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